Los microplásticos llevan más tiempo en esta tierra que tú

Los microplásticos no solo están por todas partes en las noticias, están por todas partes del mundo también. Estas minúsculas partículas de plástico, las cuales aparentan nunca descomponerse, se han encontrado en la miel, en la leche materna y hasta en Antárctica. De hecho, son tan prevalentes que los científicos están teniendo dificultades para encontrar muestras de tejido que no contengan microplásticos para servir como controles experimentales en estudios sobre la salud humana. Es un nuevo problema que crece por momentos – o de verdad lo es?
Un grupo de científicos neerlandeses ha dedicado su último estudio a entender cuánto tiempo llevan los microplásticos integrándose en nuestra fauna. Eligieron un ingenioso sujeto para el estudio: el caparazón de 549 larvas de tricóptero recogidas a lo largo de las pasadas décadas. Cuando una larva de tricóptero nace en un manantial de agua dulce, fabrica su propio caparazón usando materiales de su entorno para protegerse de depredadores. De este modo, estas reliquias nos conceden un vistazo del ambiente en el pasado. Usando técnicas de microscopía centrando el objetivo en los luminosos colores asociados con el plástico, identificaron microplásticos en caparazones fechados desde tan temprano como 1971. Este estudio nos aporta uno de los ejemplos más viejos de microplásticos en sistemas acuáticos no urbanos, y desplaza unos 50 años el registro de microplásticos en caparazones de tricópteros. También subraya la razón por la cual el plástico se ha adulado desde su invención, pero la cual puede que pagaremos (o ya estemos pagando) caro: no se descompone fácilmente.
Este trabajo añade más pruebas a los cada vez mayores indicios de que los microplásticos se encuentran por todas partes, incluyendo nuestros propios cuerpos. Aun así, tenemos poco conocimiento de su potencial detrimento a nuestra salud. Y la mayoría del mundo ha sido expuesta a los microplásticos durante su vida entera, así que si se prueba que tienen un rol causativo en enfermedades, tenemos un largo camino delante.
Este estudio fue liderado por Auke-Florian Hiemstra, un investigador del laboratorio de Menno Schilthuizen en el Centro de Biodiversidad Naturalis en Leiden, Países Bajos.
Corresponsal: Morgan Glass
Traductora: Sara MacManus
Artículo de prensa: Microplastics discovered in caddisfly casings from the 1970s suggest long-term contamination, Phys.org
Artículo de revista original: Half a century of caddisfly casings (Trichoptera) with microplastic from natural history collections, Science of the Total Environment
Crédito de la imagen: Microplastics, iStockPhotos
